miércoles, 25 de enero de 2012

Receta del mes de Enero: Harina Torcía con pulpo, receta de la abuela Fina

Ingredientes:

300GR de Harina de trigo
1 Cebolla grande
1 Pimiento rojo y uno verde
1 Pimiento seco
1 Tomate rojo grande
1 o 2 Ajos
1 Patata
Azafrán
Un Pellizco de comino
1 Rama de perejil
1 1/2 De agua
5 Cucharadas de aceite de oliva
Sal

Preparación:



  •   Se moja la harina poco a poco trabajándola con las palmas de la mano gasta lograr unos grano pequeños, del tamaño del trigo.
  • Se deja secar. 
  • Se Fríe el pulpo, y en el mismo aceite, se añade la cebolla cortada fina, los pimientos, y el tomate pelado.
  • Una vez frito se le añade un "majao" de ajos, comino, sal, perejil, el pimiento se y el azafrán.
  • Se echa el caldo sobre el refrito
  • En el horno o en cualquier recipiente apto para fuego se tuestan los granos de harina.
  • Finalizado el tueste, se incorpora al caldo en ebullición, se deja cocer todo de 7 a 10 minutos, hasta que al probarlo esté a nuestro gusto.
  • En otro recipiente aparte se corta la patata y se refríe para añadirla al final de la cocción.

martes, 24 de enero de 2012

La Unión, un carguero que se acercó a las costas de San Pedro y Las Negras y tuvo la mala suerte de hacerlo con tormenta, está medio basada en hechos reales.


La Unión

   La Unión era un carguero mercante atracado en costas cercanas a Las Negras. Su capitán Ricardo Rodríguez era propietario de una hacienda en el pueblo y tenía familia en él.
   Las Negras era y es un bonito pueblo en la costa de Almería. Al principio, almacenes constituían lo que actualmente son viviendas y negocios.
   Manuel Hernández era un hombre grande y robusto, de buena presencia, moreno y de ojos verdes. Vivía en una casa paralela a la costa, pero no se dedicaba a la pesca, se dedicaba a cuidar y cultivar sus tierras.
   La mayoría de sus compañeros eran pescadores y de vez en cuando se reunían en “ Bar Félix” a jugar a las cartas y tomarse unas copas después de un arduo día de trabajo. La actividad preferida a la que se dedicaban en esas horas libres era contar leyendas del pueblo. Lo que no sabían era que pronto protagonizarían una. Contaban historias de por qué en toda Almería los llamaban los piratas de la costa, una historia larga que resumiré en un breve relato: 
   Un aciago día de Enero el mercante “la Gaviota” naufragó en las costas de Rodalquilar empotrándose contra “la Polacra” ,una gran montaña que albergaba antiguamente minas de granito, destrozándose así el casco del navío, lo que aprovecharon los pueblerinos de las negras para enriquecerse y salir del estado de miseria en el que se encontraban. Por eso aprovecharon el hundimiento, para robar todas las mercancías que pudieron. Mi padre a veces me relata cómo escondían las “harleys” entre las plantas de trigo, o cómo los pescadores se ataban la ropa robada al cuerpo para esconderlas de los guardias... esas y otras leyendas eran las que se contaban en los bares.
   Pero las personas del pueblo no estaban preparadas para la tragedia que se cernía sobre sus cabezas.
  Mi tío Manuel, como ya decía, era una persona fuerte y estaba decidida a ayudar a todo el mundo en lo que pudiera. También tenía un perro grande y noble, como su amo, de un pelaje negro y una fidelidad absoluta a su dueño.
  Los meses trascurrían en la villa con una rutina de trabajo y relajamiento donde nada alteraba el orden de las cosas. Los hombres trabajaban, las mujeres hacían sus tareas rutinarias, los niños jugaban y se divertían tirando piedras a los gatos, los adolescentes intentaban aprender el oficio de sus padres y abuelos.
Pero un día que anunciaba tormenta los pescadores participaron en el intento de introducir a “la Unión” en las costas de San Pedro, para protegerla del Levante que se predecía bastante fuerte. Ese día la suerte no estaba de su parte. Mas bien fue esa noche, pues, era  pasada la media noche cuando el gran temporal que se había formado cambió. El viento, en vez de soplar hacia las Negras (Este), sopló desde el sur hacia San Pedro, lo que provocó que la tripulación del navío se encontrara en grave situación.
   La cubierta de la embarcación era un hervidero de marineros, unos amarrándose para no caer, otros atándose al barco. El capitán en su cabina, si el barco se hunde el capitán por honor muere con él, un terrible error pues los pescadores del pueblo zarparon hacia el barco a intentar ayudar a los de la gran embarcación, otro terrible error para ellos.
   Al ver que los pescadores tenían problemas a la hora de volver mi tío Manuel como su honor y su valentía exigía echo el barco al agua, una difícil tarea teniendo en cuenta olas de dos metros estrellándose contra el, pero al fin consiguió zarpar de las Esperillas, una barrera de arrecifes que protege el embarcadero de las grandes olas, y poniendo rumbo a la Unión intentó ayudar a los compañeros que habían naufragado, a los que se habían tirado al mar,  a los tripulantes del navío y a toda persona humana que se encontrara en peligro en esa horrible tormenta.
   Hoy en día no sé cómo alcanzaron la barcaza con los pocos medios que tenían a su disposición: unos anticuados motores y unos remos de madera astillada.
   Pero en las Negras se consideraban todo menos cobardes y no dejarían morir a sus familiares por una “simple” tormenta.
  Como yo digo, el mar es como una amante de carácter firme y decidido, si esta tranquila te envuelve con sus cálidas aguas, pero no la hagas encolerizarse, porque la naturaleza se sabe defender y la mejor defensa es un buen ataque, y si ese ataque es olas de tres o cuatro metros e incluso cinco, cuídate de estar en mar abierto.
   No podía dejar que se las apañaran solos, no sería justo dejarlos morir a merced de las olas y las mareas.
  Con su barco navegó dejándose llevar por las mareas e intentando no caer en los sitios donde las olas terminaban. Porque si no acabaría con su barco en el fondo del mar.
   Se acercó a unos marineros que pedían ayuda a gritos
–Por favor ayudadme.
-No quiero morir...
-Lánzame un chaleco, por favor.
   Subió a tres de ellos en la embarcación y esta zozobró pero sin volcar. Partió hacia la costa y dejo a los tres marineros en puerto seguro.
   El pequeño barco de pesca estaba bastante dañado por los arrecifes en los que había encallado. Pero no hizo caso a unos simples rasguños y puso proa hacia levante desafiando olas y mareas.
   Esta vez también consiguió llegar a los que se encontraban en el agua pero en esta ocasión la desesperación hizo que la barca volcase. Eso no iba a detener a Manuel. Demostrando una fuerza sacada de la desesperación consiguieron darle otra vez la vuelta a la pequeña barca de pesca. Esta vez sólo consiguió subir dos marineros y lograron partir hacia la costa quedándose los dos hombres en la playa.
-No vuelvas a partir, por favor, hijo mío- gritaba, más bien lloraba, su madre María.
-Madre no puedo dejar morir a gente de mi gente, familia mía, tengo que volver al barco te prometo que es la última.
   Efectivamente esa fue la última vez que se le vió con vida en la playa de las Negras con unos pantalones rotos hasta las rodillas y una camiseta blanca desgarrada y llena de sangre de una herida en la cabeza. 
   Volvió a partir mar adentro pero esta vez, además de olas y mareas, se levantó una niebla densa cerca de la costa, Dios no se encontraba en las Negras ese día. Enfiló hacia  donde sus sentidos le indicaban que estaba el este. Llegó al desastre pero esta no encontró a nadie con vida. Buscó alrededor del navío. Gritó y gritó sin conseguir respuesta. Llegó a la popa del barco y vio cómo una oscura figura se agarraba al timón del barco, miraba al frente y lloraba por culpa del fallo que cometió al subestimar y desafiar a un enemigo tan poderoso como el mar y haber provocado la muerte de varios marineros que no habían logrado llegar a la costa. No se veían lágrimas en sus ojos pero se escuchaban su lamentos y sus oraciones.
¿ Por qué?, ¡oh Dios todo poderoso!,¿por qué? –Gemía entre sollozo y sollozo.
¿por qué has tenido que provocar una tormenta tan horrible, que se ha llevado a mis más queridos marineros y amigos al fondo del océano?. –Chilló y siguió lamentándose por su testarudez por no querer dejar el barco, lo que provocó que nadie quisiera dejar a su capitán solo ante una muerte imposible de evitar.
   Mi tío subió al mercante e intentó convencer al señor Rodríguez para que abandonara el barco y no hiciera caso a las viejas costumbres, cosa que aumentó la reticencia de abandonar a su navío. Intentó hacerle chantaje emocional diciéndole que pensara en su familia, en lo mal que lo pasarían sus padres ya ancianos, que no resistirían otra mala noticia y menos que habían perdido un hijo a causa de las viejas costumbres de la marina. Esto sólo provocó que el capitán se secase las lágrimas que surcaban sus mejillas y mirase fijamente a los ojos de mi tío y le dijera:
-Prefiero morir con honor y no abandonar mi responsabilidad a vivir con culpabilidad, toda mi vida, culpabilidad que merezco al provocar la muerte de mucha buena gente que no ha echo mal a nadie.
-Pero no puedo dejarte morir, entonces acabaría yo destrozado por la culpa. –Dijo intentando convencerlo.
   Pero nada sirvió para motivarlo a abandonar el barco. Él bajó a su pequeño esquife y puso rumbo a la costa, despistado. Pensando en la conversación que había mantenido con Rodríguez, entró en la resaca de una marea, lo que le costó un alto precio pues tuvo que lanzarse al mar, si no quería chocar contra unas rocas de la costa, cerca del cerro negro.
   Consiguió, tras mucho esfuerzo, llegar a la piedra colorá y tumbarse en las rocas. No podía más a causa del cansancio. Al tumbarse en las rocas provocó que varias olas restallasen contra él, partiéndole varias costillas contra los cantos de punta que había en la playa. Al darse cuenta de su error intentó retroceder hacia dentro. Otro terrible fallo, pues al chocar el viento contra las rocas sueltas, cayeron y le dieron en el hombro. Por último cayó una gran roca. Manuel, temiendo que se cayera la montaña entera, se volvió a lanzar al agua y se dió de cara contra unos terribles arrecifes que cerraban la playa.                                                     Inconsciente y sin fuerzas, la marea lo llevó y lo revolvió contra el suelo de piedra, provocando que volviera a despertar. Intentó luchar contra marea y olas, un terrible fallo pues solo retrocedía y desfallecía de cansancio. Como último recurso, se agarró a un madero,  que le llevó otra vez contra el Cerro Negro. Volvió a intentar nadar para salvarse de las rocas afiladas que lo esperaban en el mismo sitio de siempre.
   Logró alejarse de la costa y se acercó a la playa del pueblo, pero en ese sitio había demasiadas rocas y se rompió una pierna. Ya no podía nadar con la misma fuerza que antes y la desesperación y tristeza al ver la muerte de cara cundieron en su corazón.
   La muerte se acercaba y él podía olerla en forma de mar, verla de color azul, saborearla en forma de sal y sentir como le mojaba todo el cuerpo. La muerte llegó pero no le hizo sufrir más el martirio de las olas o de las rocas. Solo lo empujo a sus profundidades y lo llevó a su seno para volverlo a expulsar, ya fallecido contra las piedras.
  María, madre de Manuel, estaba tranquila mirando el mar al día siguiente, segura de que su hijo había llegado a buen puerto, cuando escuchó muchos ladridos de alerta del perro de su hijo. Rony, así se llamaba el perro, estaba muy alterado por lo que María llamó a su marido Antonio para que viera lo que le sucedía al perro, pero Antonio no tuvo tiempo de pedir ayuda al resto del pueblo porque Roney se había escapado y corría hacia la rambla de la Paloma. Antonio le siguió pensando que quería jugar o enseñarle algo. Cogió su alforja con algo de comida y se fue con el perro para seguirle.
   El pobre hombre no sabía qué mal trago se iba a llevar, pues paseando hacia la Paloma vio restos de ropa, jirones de una camisa blanca contra las rocas, restos de un pantalón vaquero llenos de sangre en la playa y una barca destrozada contra los arrecifes.
  Lo peor estaba por llegar.
  Antonio no se asustó, sabía que había muerto mucha gente, lo que le provocaba un terrible dolor, pero su hijo era un luchador nato, además de un buen navegante y había sobrevivido a peores tormentas.
   Siguió paseando cuando vio como Rony aullaba y abrazaba un cadáver medio desnudo con la cara destrozada, la pierna en una situación grotesca y el pecho hundido.
   Ese no podía ser su hijo, él había sobrevivido. ¿pero por qué el perro lo zarandeaba y se mostraba tan triste? Miró debajo del cuello y allí estaba una marca de nacimiento en forma de león. Su hijo había muerto. Antonio cayó destrozado de dolor al suelo y lloró como nunca lo había hecho sobre el cadáver de su hijo Manuel.
  María preocupada porque su marido no había vuelto, avisó a su hijo Ricardo y a Basilio para que fueran en busca de su padre. A este lo encontraron llorando de rodillas e implorando a Dios que se lo hubiera llevado a él en vez de a su hijo.
   Ricardo, con lágrimas en los ojos, apartó a su padre de Manuel y entre él y Basilio lo cargaron a hombros para poder llevarlo al pueblo y darle una sepultura digna de un héroe.
   Su madre estuvo dos años llorando, depresiva y vagando de aquí para allá por la playa hasta que la encontraron muerta, tendida en la playa y con cara de alegría al haber vuelto a reencontrarse con su hijo.
    Ese fatídico día, en la playa de las Negras, murieron dieciséis personas entre pescadores y marineros que fueron a ayudar a la embarcación.

                                                                                          Pedro Jeremías Piedra Griffin.

domingo, 22 de enero de 2012

Planta del mes de Enero, plantas del Parque Sobrenatural.

     Vamos a comenzar esta pequeña sección de plantas del mes con una ya habitual en el cabo, la (alcibara, alzabara, zábila, pita o pitaca) Es de la familia de las agavaceas, la pita o Agave americana es una planta que trajeron los españoles de México y que pronto se naturalizó en esta zona de la península, puede llegar a tener 10 metros de altura en cuya cima produce flores de color amarillo, tradicionalmente en Almería se plantaba para crear cercas en las tierras de labor y delimitar caminos (un claro ejemplo es el camino que lleva desde las minas de Rodalquilar hasta el Cortijo del Fraile).
     A finales de los años 50 hubo incluso, próximo al Parque Natural, por la zona de Retamar y el Toyo, el ensayo de cultivo de plantaciones de nuevas especies de ágaves importadas (el henequen y el sisal) para la obtención de fibra con fines industriales, aunque pronto se abandonó por falta de interés comercial. Hoy la pita crece de forma asilvestrada y de forma espontánea.

miércoles, 18 de enero de 2012

Almería, Cabo de Gata, Las Negras ole ole y ole.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/espanoles-en-el-mundo/espanoles-mundo-liverpool-pablo/1297164/ 

    Nada para celebrar que ya somos internacionales, gracias a nuestro amigo Pablo, españoles en el mundo nuestros coches llegan hasta donde nosotros queramos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

domingo, 15 de enero de 2012

Nuestro primer regalito!

Nuestro primer regalito de nuestro gran amigo Faes, un saludo y gracias por tu pequeña ayuda, aviso que dentro de poco iré subiendo la agenda cultural/musical de las negras, y buscamos profesor de YOGA y quien quiera apuntarse que hable conmigo por mensaje o en el estanco un abrazo!

sábado, 14 de enero de 2012

Aire

Las Negras desde el aire.
Dentro de poco comenzaremos a subir nuevas imágenes y empezaré un pequeño apartado de recetas de Las Negras.

miércoles, 11 de enero de 2012

Las negras start

http://es.wikipedia.org/wiki/Las_Negras
http://www.lasnegras.com/
Hola!

    Un día de invierno, aburrido, como pocos, me crucé con Alejandro (el americano), me comentó como es posible que Las Negras no tenga Blog, no lo sé pero aquí estoy creando uno para todos los amantes de este pequeño pueblo, iré subiendo historias antiguas, fotos, etc... espero del agrado de todo el mundo y que pronto vayamos a más.

Un abrazo de parte de Pedrito.